‘Enigmatium’, un restaurante lleno de misterios para resolver en familia

¿Y si quedaseis en un restaurante del que nadie conoce su ubicación? ¿Y si, para llegar a él, tuvierais que adivinar un enigma? ¿Y si el misterio no acabase ahí, porque también os tuvierais que enfrentar a un acertijo para averiguar vuestra mesa? ¿Y si, después de pasar por todas esas pruebas, os esperasen tres horas de magia, misterio y juegos mientras coméis junto a vuestra familia o amigos?. Exactamente eso es lo que plantean en Enigmatium, un restaurante temático con espectáculo que promete risas, competitividad sana y mucha, mucha diversión.

Cuando la empresa Absolute Fiestas decidió adaptar la idea de Enigmatium a los niños, ya llevaban varios años poniéndola en práctica con adultos. El concepto divertía tanto, que no dudaron ni por un instante en plantearlo como opción para la celebración de comuniones. Y dieron en el clavo. Acertaron no sólo organizando una celebración diferente para ese tipo de momentos, sino también haciendo a los niños absolutos protagonistas de su día en un ambiente lleno de magia y misterio, conceptos ante los que cualquier niño o niña cae rendido.

Y ya que funcionaba tan bien, ¿por qué reducirlo sólo a comuniones? Así, Enigmatium pasó a convertirse en una opción para cualquier niño o niña de entre 5 y 12 años que quisiera pasar un rato inolvidable junto a su familia, ya que los acompañantes adultos no se van de la comida sin demostrar sus habilidades, pues también se les pone a prueba, para regocijo de los más pequeños.

En Enigmatium, la aventura comienza en el mismo momento en que se decide reservar una mesa para comer. Los salones están escondidos por algún rincón del centro de Madrid y la primera prueba consiste en descubrirlos. Las pistas se envían por email la misma semana de la reserva y media hora antes de la comida se reúne a todos los comensales en un punto de encuentro, donde dispondrán de 30 minutos para seguir los indicios que les llevarán a la puerta de Enigmatium. Una vez allí, se les asigna un inspector –Gadget, Clouseau, Holmes, Angela Fletcher, Anacleto Agente Secreto, Tintin, James Bond…– y se les van proponiendo diferentes pruebas con las que desarrollar al máximo todos los sentidos; averiguar canciones, poner a prueba la inteligencia, abrir bien los ojos para pillar los trucos de magia, desarrollar el gusto… La comida consta de un menú fijo con primer y segundo plato, postre y barra libre de bebidas. Los adultos también tienen acordado un menú, aunque los platos son distintos.

La idea es que durante las tres horas que dura la comida los niños estén entretenidos en todo momento, ya que los espectáculos se intercalan entre la llegada de los platos, sin que por ello se quede nadie sin comer. Las pruebas comienzan con enigmas de carácter más intelectual, para ir evolucionando poco a poco a otros de carácter más festivo. En los salones de Enigmatium espera la peculiar familia Alegre, que por ciertos avatares de la vida tiene que abandonar su negocio familiar, el restaurante Enigmatium, y debe dejarlo en manos de otra familia que esté a la altura y sepa llevarlo tan bien como ellos. Las pruebas y enigmas van destinados a dar con la familia ganadora, estableciendo así una situación de competitividad sana en la que tanto niños como mayores se ven implicados.

Misterio, luces de colores, magia, canciones, equipos… En algún rincón de Madrid, se esconde el restaurante Enigmatium, para que el ir a comer un sábado o domingo en familia sea el recuerdo más especial del año.