Llevar a los niños a un restaurante americano es fácil, ¿a quién no le gusta la hamburguesa con patatas? Que ese americano sea de calidad, que mire la materia prima, que innove con sus platos y que a los adultos también les satisfaga es otro cantar. Pero en pleno barrio de Salamanca existe este oasis gastronómico familiar. Se llama Dingo y ha conseguido ser desenfadado en la apariencia, pero serio en la cocina, atractivo y con un precio asequible, y sobre todo divertido, muy divertido.
Ya el enorme portón a modo de terraza abierta, lleno de vegetación colgando del techo, invita a entrar y tomar allí mismo un aperitivo distendido. Cruzando la siguiente puerta, aparece un enorme salón y aquí ya se viene a disfrutar sentado a la mesa. Y a disfrutar todos por igual, porque Dingo no cree en los menús infantiles, cree en una carta tan diversa que hasta los niños más especiales con la comida encontrarán su plato, y los de paladar con más registro disfrutarán más allá de la hamburguesa.
Los primeros acertarán con los Mac & Cheese (macarrones gratinados con queso cheddar y pulled pork), el Grilled Free Range Chicken (medio pollo a la brasa) o la Dingo Burger, una hamburguesa de ternera con queso cheddar y bacon. Los de ‘buen comer’ podrán atreverse con las costillas con barbacoa, los Crispy Calamari (calamares crujientes) o ayudar con piezas de carne de otro calibre como el T-Bone Steak, carne jugosa a la brasa digna de ser compartida. Las croquetas de pulled pork triunfan siempre, melosas y con el punto especiado de esta carne de cerdo; las Fried Sweet Potatoes y el Mixed Sausage Plate (tres tipos de salchichas con sus salsas) completarán el trío de entrantes que querrá compartir toda la familia. Los adultos podrán disfrutar de piezas de carne de hasta casi kilo y medio, del King Crab (un sabroso Cangrejo Real de Alaska), de pescados y bogavante a la brasa, sopas americanas, ensaladas. Con el postre vuelve la reconciliación generacional. Y es que todos querrán probar la Carrot Cake, el Brownie, la NY Cheese Cake o la galleta con helado. Así que mejor pedir al centro y compartir el final dulce.
Si en fin de semana la actividad ha comenzado pronto, la mejor opción es ir a uno de sus brunch. Hasta 7 tipos de huevos, cereales con leche o yogur, bagels de bacon o salmón, batidos de Oreo y de chocolate, bizcochos caseros, tartas y tortitas harán que los pequeños se sumen a esta tendencia con gusto.
Y todo en un espacio amplio, de dos plantas, decorado con el mimo de la interiorista Estrella Salietti. Los sofás de terciopelo en uno de los flancos de la sala, así como la zona de butacas de la planta de abajo, son perfectos para estar cómodamente con bebés. Para niños algo más mayores, Dingo tiene tronas y cojines mullidos. Su sitio ideal son las mesas de madera del centro de la sala, donde se alternan las redondas de tamaño medio para una comida en familia, y las grandes para eventos numerosos o por si a la comida familiar se suman más miembros de lo habitual.
* Fotos: Juan David Fuertes
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