‘Organic Market & Food’, un restaurante ecológico que piensa en los más pequeños

Los niños lo absorben todo, así que Samantha Penfold pensó, ¿y si absorbieran también un modo de vida saludable y la aceptación de lo ecológico? Y sobre estas bases –y con ayuda de Ángel Gutiérrez– montó Organic Market & Food, un restaurante situado en la calle Serrano para comer en familia. Allí los niños disfrutarán con platos sanos y nutritivos y jugando en una acogedor espacio para ellos, y los mayores tendrán una amplia oferta igualmente sana para tomar en su interior o en la terraza de verano. Y que nadie caiga en el error, que sea ecológico no quiere decir que sea vegano, aquí hay platos para todos los gustos y todas las formas de vida, sobre todo las de los que quieren cuidarse y mimar a los suyos de una forma distinta.

La carta es apta para todos los públicos, y aunque los niños tienen dos platos especiales para ellos –la pasta Pinocchio con salsa de tomate casera y parmesano, y la brocheta de pollo ecológico con arroz integral–, disfrutan tanto o más descubriendo que las hamburguesas pueden ser vegetales y sabrosas e ir acompañadas de unas patatas especiales de boniato y que las lentejas pueden ir dentro de unas croquetas. Y así, descubren nuevos sabores y formas divertidas de comer las odiadas legumbres y verduras. Los mayores encontrarán platos como el arroz salvaje de setas y crema de coco, el salteado de quinoa con verduras y tofu; el cogollo mexicano relleno de soja, verduras y moles y una selección de platos normalmente poco recomendables que aquí versionan en su vertiente orgánica como los wraps de pollo, el Club Sandwich, la pizza verde sin gluten y la de harina integral. Una carta amplia con opciones para vegetarianos, veganos, crudiveganos, celíacos y para los que se cuidan, pues en todas las elaboraciones prescinden de las grasas saturadas, los azúcares y las harinas refinadas.

Esta máxima también se cumple en los postres. Los helados y sorbetes son veganos y sin gluten. Pero para pecar bien, hay que acercarse al puesto de dulces, repleto de tartas caseras que realizan allí cada día a partir de recetas propias y que, aunque parezca mentira, son 100% orgánicas y saludables.

Los zumos y smoothies naturales y hechos al momento harán que todos recuperen la sana costumbre del desayuno y, por qué no, de la merienda. A unos no les apetece nunca y otros nunca tienen tiempo, pero aquí toca sentarse y disfrutar juntos de las elaboraciones con muesli casero, las tostas de aguacate y mozzarella, las distintas versiones de los huevos (con los clásicos Benedict) y los favoritos de los niños: las tortitas veganas y las crêpes sin gluten.

Como los niños, niños son y no tienen demasiada paciencia a la mesa, Organic ha creado una acogedora sala de juegos con banderines, un caballito de madera, libros y juguetes. Y como la experiencia les dice que así todos, padres e hijos, están contentos, el restaurante planea organizar actividades en familia como cursos de cocina eco, cursos de huerto y cumpleaños sugar free, para que sepan que un estilo de vida sano se puede llevar a cualquier momento. También a casa, pues cuentan con un servicio de take away y en la planta baja tienen un mercado con un rincón especial de productos para niños. Porque alimentarnos de forma saludable ha pasado de ser una moda a una necesidad, y sorpresa, los niños los disfrutan.

* Fotos: Paco Montanet