El tren es un medio de transporte que, además de cómodo y limpio, resulta especialmente atractivo para los más pequeños. Hay algo magnético en los trenes, algo literario, cinematográfico y emocionante. Asimismo, los pequeños sienten la libertad de no tener que estar sentados todo el rato, de poder moverse dentro mientras observan paisajes únicamente cruzados por la vía de hierro. Si al ya emocionante y confortable viaje en tren, le sumamos actuaciones de teatro, vagones y locomotoras antiguas y una amena clase sobre naturaleza, las rutas en tren que se organizan por la Comunidad de Madrid, se convierten en un plan inolvidable para los más pequeños.
EL TREN DE LA FRESA, fruta de temporada en un coche de época
Con la llegada de la primavera y del otoño, la muy antigua locomotora eléctrica del Tren de la Fresa se pone en marcha en el Museo del Ferrocarril y pone rumbo desde la estación de Príncipe Pío a la monumental ciudad de Aranjuez. Además del paseo por un entorno cultural reconocido como Patrimonio de la Humanidad, lo más especial de esta ruta en tren es que tanto la locomotora como los vagones son de época; la primera es una máquina histórica de los años 70, y los segundos un coche de viajeros de segunda clase –que forma parte de una de las primeras series de vagones metálicos encargados por Renfe entre 1947 y 1953–, cuatro más de madera construidos entre 1914 y 1930 –que cubrían los servicios de cercanías de la compañía MZA–, un furgón y un vagón de la década de los sesenta. El Tren de la Fresa comenzó su viaje en 1984 como un homenaje al primer trayecto en tren que hubo en Madrid, inaugurado por la reina Isabel II en 1851, y que pretendía unir el Palacio Real de Aranjuez con la capital. Entonces, aquella primera línea se concibió como el principio de otra que uniría Madrid con el mar Mediterráneo. Le debe su nombre a que durante el trayecto, unas azafatas vestidas de época, ofrecen una degustación de fresas, una de las frutas más típicas de Aranjuez. Un viaje, sin duda inolvidable, con el que además de divertirse, los pequeños se llevarán una amena lección de historia.
Precio adultos 23€; niños 9€.
TREN DE CERVANTES, un viaje en compañía del hidalgo caballero más famoso de la historia
Alcalá de Henares es una ciudad que, además de un importantísimo patrimonio arquitectónico y cultural, tiene el orgullo de haber visto nacer a Miguel de Cervantes, posiblemente el escritor más importante de la lengua castellana. Como homenaje a este madrileño genio de las letras, el Tren de Cervantes parte todos los sábados –a partir de abril y hasta finales de noviembre– desde la Estación de Atocha y llega hasta la de Alcalá de Henares para conocer y vivir de cerca su obra. Además de un recorrido urbano por los edificios más emblemáticos de la ciudad, que incluye la casa museo del escritor, el viaje en el Tren de Cervantes se enriquece con la presencia de unos actores que, vestidos a la última moda del Siglo de Oro, reciben a los pasajeros antes de iniciar el viaje y amenizan todo el trayecto con pasajes cervantinos. Una estupenda manera de acercar a los más pequeños a uno de los mayores genios de nuestras letras.
Precio 2 adultos + 1 niño 44€; adultos 22€; niños 16€.
TREN DE LA NATURALEZA, una ruta por la sierra de Madrid
Con la llegada del buen tiempo, pasar un día en la cercana y siempre agradable sierra de Madrid es todo un planazo. Si además se completa con un viaje en tren en el que al disfrute del maravilloso paisaje de la Sierra de Guadarrama se le añade un educativo programa ambiental, el plan se vuelve redondo. Eso es, a grandes rasgos, lo que ofrece el Tren de la Naturaleza que discurre entre las estaciones de Cercedilla y Cotos. Esta actividad, que lleva ya más de 25 años funcionando, comienza en un antiguo vagón eléctrico situado en una vía muerta de la estación de Cercedilla. En el vagón, acondicionado como sala de proyecciones, se presenta un pequeño documental sobre el patrimonio natural y cultural de la Sierra de Guadarrama; tras la proyección, comienza el viaje hasta Cotos. Durante los 40 minutos de trayecto que nos adentran por los excepcionales parajes del Parque Nacional, unos monitores explican la importancia de cuidar el paisaje y dan las claves sobre cómo hacerlo, además de ayudar a identificar la flora y fauna más representativa de la zona. Una vez en el destino, el Tren de la Naturaleza incluye un itinerario guiado a pie por el Puerto de Cotos y la zona baja de Peñalara.
Precio adultos 10,40€; niños 8,70€.
TREN DE ARGANDA, un auténtico tren de vapor
Desde que la asociación sin ánimo de lucro CIFVM –Centro de Iniciativas Ferroviarias Vapor-Madrid–, tras un incansable y laborioso trabajo de restauración, volviera a poner en marcha el histórico Tren de Arganda, los ciudadanos tenemos la oportunidad de experimentar, todos los domingos de primavera y otoño, cómo eran los viajes ferroviarios de nuestros antepasados en máquinas de vapor. El viaje en el Tren de Arganda dura 45 minutos y recorre una distancia de algo más de 3 kilómetros entre los municipios madrileños de La Poveda y la Laguna del Campillo. Uno de los tramos más emocionantes para los niños es cuando la gran máquina de vapor pasa por el puente de hierro que sirve para cruzar el río Jarama. Tras la locomotora, se engancha un vagón de mercancías de madera adaptado para llevar pasajeros y un coche de madera con balconcitos, que recuerdan a los que vemos en las películas de Oeste. Previo pago de un suplemento, se puede enganchar un coche salón del año 1901.
Precio billete ida y vuelta 5€ (el billete incluye la entrada al Museo que hay en la estación).
TREN MEDIEVAL A SIGÜENZA, un viaje hacia la Edad Media
Sigüenza, a escasos kilómetros de la Comunidad de Madrid, es uno de los pueblos medievales más bonitos de España. Por eso, el Tren Medieval sale desde la estación de Chamartín y fija su destino en esa bella localidad de Guadalajara, donde se incluye un paseo guiado por el casco antiguo y sus intrincadas callejuelas medievales. Antes de subir al Tren Medieval, una comitiva de actores caracterizados al más puro estilo de la corte y el pueblo llano del siglo XII, dan la bienvenida a todos los pasajeros y, una vez se inicia el viaje, el espectáculo se enriquece con una degustación de doncelitos –dulce típico de Sigüenza– artesanos, con animaciones de trovadores, zancudos, malabaristas y música medieval en directo. Una divertidísima manera de interesarse por las leyendas de caballeros andantes y por nuestra historia lejana.
Precio adultos 30€; niños 16€.
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