Ir a comer fuera acompañados de niños y bebés es una actividad que se antoja idílica y estimulante, sin embargo, por muy sencilla que aparente ser, suele acarrear un montón de dudas y complicaciones a la hora de elegir un sitio adecuado y apetecible. ¿Habrá comida razonable para el tamaño del estómago de los críos? ¿Habrá espacio suficiente para meter a toda la prole más el carrito, los abrigos, los juguetes, el patinete y los bolsos XXL? ¿Los baños tendrán cambiador? ¿El ambiente será proclive a las familias o caeremos como un jarro de agua fría sobre los demás comensales?
Encontrar sitios baby friendly acaba resultando fundamental para poder hacer de esta actividad un momento agradable. Afortunadamente, Madrid es una ciudad repleta de opciones, en la que salir a comer fuera en compañía de los más pequeños de la casa no es, ni mucho menos, imposible. Aquí tienes cuatro propuestas.
KILÓMETROS DE PIZZA
¿Qué puede ser más divertido que sentarse ante una pizza kilométrica y devorarla como si no hubiera mañana? Esta escena complace tanto a progenitores como descendientes, y es que, las pizzas de Kilómetros de Pizza (Palas del Rey, s/n <M> Las Tablas) además de larguísimas –pueden llegar a medir hasta dos metros– están hechas con ingredientes gourmet. Sus largas y espaciosas mesas convierten a este restaurante de Las Tablas en un lugar perfecto para ir en grupo, así como en un lugar muy cómodo para degustar una buena pizza sin tener que buscar canguro. Además de diversión, Kilómetros de Pizza ofrece calidad de la mano de Jesús Marquina, pizzero español cuatro veces campeón del mundo de pizza. Espacio para carritos, tronas, cambiadores en los baños, menú infantil y para celíacos e incluso una pequeña terraza urbana donde los más inquietos pueden salir a estirar las piernas, además de actividades de animación infantil los fines de semana, lo convierten en un sitio auténticamente baby friendly.
JIMBO SMOKEHOUSE
Tener un bebé no significa que debamos olvidarnos de descubrir nuevas opciones de cocina e incluso de dárselos a probar a los más pequeños. No hay nada más estimulante para los jóvenes paladares que el descubrir sabores y distintas maneras de cocinar los alimentos. Jimbo Smokehouse (Plaza del Descubridor Diego de Ordás, 4 <M> Ríos Rosas) es una opción perfecta para introducir variedad sin renunciar a la comodidad, pues este restaurante de aires tejanos, tiene todo lo necesario para considerarlo baby friendly: tronas, baño común con cambiador y espacio. Aunque su plato estrella es la carne, en este restaurante de Ríos Rosas no dudan en experimentar con su ahumador con otros alimentos como el pescado o la tortilla de patatas. Marcados aires industriales en la decoración y un postre que junta las palabras helado y donut. ¿Se puede pedir más?
FEDERAL
Si hay un lugar donde los bebés son bienvenidos, ese es el Federal (Plaza de las Comendadoras, 9 <M> Noviciado). Rampa para carritos, mesas generosas, espacio, ventanales, tronas y baño con cambiador en el que pueden entrar tanto madres como padres –¿qué es eso de que cambiar a los bebés es cosa exclusiva de mujeres?–. La oferta de comida del Federal es ligera y saludable, aunque no tiene menú infantil, su carta contiene desde raciones pequeñas y fáciles de compartir con los niños hasta hamburguesas o platos completos, además de una extensa y muy apetitosa oferta de tartas perfectas para acompañar a un buen café o a un zumo. Su cocina está abierta ininterrumpidamente, por lo que resulta fácil para adaptarnos a los largos y extraños horarios de sueño de los bebés. Además, en la misma plaza de Comendadoras hay un parque, bastante útil si el más pequeño de la casa se cansa y necesita urgentemente tirarse por un tobogán.
MAMÁ CAMPO
En Mamá Campo (Trafalgar, 22 <M> Bilbao/Quevedo) tienen absoluta devoción por los alimentos orgánicos y la buena alimentación. Por eso, en sus dos locales de la plaza de Olavide cuidan de que los más pequeños se sientan a gusto y puedan ir probando alimentos orgánicos, junto a sus padres, desde la más tierna edad. La Cantina y el Restaurante de Mamá Campo se encuentran separados por un muro, el primero ofrece una carta de aperitivos y raciones, mientras que el segundo platos más elaborados. Ambos cuentan con tronas y, sólo la Cantina, también con cambiador, además, ésta es más amplia y cómoda si vamos a ir acompañados de un bebé y su séquito de cosas. Asimismo, el que estén situados en Olavide, también es un punto muy a su favor, ya que esta amplia plaza es una de las más agradables y fáciles para combinar ocio adulto e infantil al mismo tiempo.
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